por CLAUDIO MADAIRES
claudio.madaires@gmail.com
Hubo allá, hace mil años, dos amantes;
allá donde el gris mar, enfurecido,
socavó acantilado y blanca arena.
Allá fue un viento malo, que en instantes
cual demonio cayó dando silbido,
azotando con látigo que truena.
El hombre y la mujer, recién galantes,
gritáronse un amor enloquecido,
injuriando cual reos con cadena.
Con uñas destrozáronse lo que antes
fueron ropas humanas, y un rugido
surgió de la mujer, bella morena.
Mordiéronse en harapos, insultantes,
y en furia de animal enfebrecido
hicieron el amor de forma obscena.
Eran crueles, hermosos y arrogantes,
y se juraron cosas sin sentido
mientras el agua hacía de barrena.
Y una ola terror de navegantes,
al fin se los llevó, cual alarido,
a esos dos que el océano encadena.
Hubo luego una noche de diamantes.
Y el mar en placidez cayó dormido.
Y hubo Luna de paz, rosada y llena.
Esta poesía está absolutamente ligada al soneto Dos amants ("Dos amantes") del exquisito poeta catalán Josep Carner (1888 - 1970).
© CLAUDIO MADAIRES (CAGB)
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viernes, 11 de mayo de 2012
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